Tres poemas del libro Calles laterales, de Jorge Spíndola, recientemente publicado por Ediciones Facón Grande, a veinte años de su primera edición.
en el camino
la pampa
animal extenso apuñalado
la ruta es un cuchillo
lamiendo los bordes de la luz
el aire azota matas, todo vuela para atrás
todo es pasado, todo está por suceder
el automóvil y su sombra van flotando
sobre un paisaje amarillo
hasta el fondo de la piel
un tendal de postes infinito
sostiene cuadros con campos de van gogh
sensuales las curvas
aves sensuales flotando por allá
todo es pasado, todo está por suceder
*
Lisboa
nunca estuve en Lisboa
siempre acá,
metido en este cuerpo,
atado al páramo o abrazado
al mar y sus acantilados
siempre los mismos ojos
con cuchillos naranjas en la tarde
siempre acá
nunca caminé por las calles de lisboa
siempre pampa seca
y autos abandonados al borde de la ruta
ahora mismo me invade la imagen de un colectivo
detenido para siempre
oxidándose con yuyos en su cuerpo
un bedford verde agua
con teros lejanos en su lomo
nunca puedo abrir esa cortina
que envuelve la existencia
esa cortina agitada por el viento
que anda como gasa
cayéndose sobre mi cuerpo
siempre acá,
entregado como un perro a este paisaje
oliendo matas, salpicado de escarcha
para siempre
lisboa crece por mi boca en esta noche
mientras orino abrazado al álamo de casa
mientras pasan autos en la ruta
mientras llueve y crece el perfume de la tierra
mientras nada se parece a lisboa
y sólo un gato
camina en los paredones de mi calle
lisboa qué lugar extraño
navegando en mis entrañas
lisboa tantas cosas
tantas noches navegando
al sur de toda mi existencia
*
el círculo de orín
a veces alguien cruza los límites del olor
entran y salen policías requisan
cada pequeño círculo de orín
se llevan del forro a un sospechoso
de infragar
la noche que el sapo le partió
la cabeza al viejo ñancupel
acá no había dios
estaban ellos solos
pelearon por una caja de vino
no había esa noche poderes del estado
la república queda al otro lado de este círculo
cabrón
no había luz sólo un par de velas
cuando manaba sangre del cuerpo de ñancupel
no había un sólo rasgo de virtud
estaban ellos solos como lobos resacados
mordidos y sudados en alcohol
esa noche cayó una helada
y la ropa se hizo escarcha contra el piso
cuando llegó la policía el sapo ya no estaba
luego lo encontraron dormido en una pieza
hecho un ovillo con la caja reseca de tetra
en el regazo
el imputado presenta huellas de polvo de ladrillos
en las manos varios hematomas en el cuerpo
anote principio de congelación mejilla izquierda
todo gira en silencio adentro del círculo de orín
un pullover amarillo con manchas de café
un par de zapatos comidos por la cal
un balde de albañil una plomada
dos medallas de box de la liga amateur
cosas que ahora es extraño enumerar
sobre los techos de zinc
cae la luz de la ciudad
Jorge Spíndola nació en C. Rivadavia en 1961. Habitante del Wallmapu, ha vivido en el sur de Argentina y Chile alternativamente, donde integra diversas organizaciones culturales, sociales y académicas. Licenciado en Letras y Doctor en Ciencias Humanas. Docente-investigador en en la Universidad Nacional de la Patagonia y en el ISFD 807. Publicó los libros de poemas Mátame si no te sirvo (1994, Último Reino) Premio Fondo Nacional de las Artes 1994, Calles laterales (2002, Sur del Mundo, 2022, Ediciones Facón Grande), Premio Festival de Poesía de Medellín, Jerez volcado (2010, El Suri Porfiado), Perro lamiendo luna y otros poemas (2013, Jinete Insomne), Flores encontradas -Peshake rayen- (2021, Espacio Hudson), y los ensayos ¿Conocimientos y saberes para quién? Conflictos sociales y universidad (2017, SERIFA, Santiago de Chile) y El Az Mapu: poética y políticas del Buen Vivir (2022, Editorial INOLAS. Potsdam- Londres).
Fotografía: Dmitri Ivanov