by Claudio Medin | 4 \04\America/Argentina/Buenos_Aires octubre \04\America/Argentina/Buenos_Aires 2018 | Notas
Continuamos con la entrega de una columna mensual de crónicas y ensayos del poeta y escritor hondureño Rolando Kattan (Tegucigalpa, 1979).
Si la imaginación es ala ¿por qué quedarnos en la tierra?, si la imaginación es llave ¿por qué no abrir otros cuerpos como puertas? ¿Por qué no ser piedra en el camino o pie que tropieza a la manera de Oliverio Girondo?:
A unos les gusta el alpinismo. A otros les entretiene el dominó. A mí me encanta la transmigración.
Mientras aquéllos se pasan la vida colgados de una soga o pegando puñetazos sobre una mesa, yo no me canso nunca de transmigrar.
Desde el amanecer, me instalo en algún eucalipto a respirar la brisa de la mañana. Duermo una siesta mineral, dentro de la primera piedra que hallo en mi camino, y antes de anochecer ya estoy pensando la noche y las chimeneas con un espíritu de gato.
¡Qué delicia la de metamorfosearse en abejorro, la de sorber el polen de las rosas! ¡Qué voluptuosidad la de ser tierra, la de sentirse penetrado de tubérculos, de raíces, de una vida latente que nos fecunda… y nos hace cosquillas!
Para apreciar el jamón ¿no es indispensable ser chancho? Quien no logre transformarse en caballo ¿podrá saborear el gusto de los valles y darse cuenta de lo que significa “tirar el carro”?…
Lo importante es transmigrar, ser otro. Y en el poema concluye: ser hormiga, jirafa, poner un huevo, y lo que es más importante aún, encontrarme conmigo mismo en el momento en que me había olvidado, casi completamente, de mi propia existencia.
El Destino del mundo, con mayúscula porque bien hacían los griegos en darle vida, es un viejo alcahueta que ha cultivado jardines para que la humanidad se detenga en el individuo. Solamente en la otredad tiene valor la individualidad. Cuánta razón tiene Oliverio al advertir que siendo uno mismo todos los días se nos olvida nuestra condición. A propósito de ello, Octavio Paz costura unos versos hermosos en “El Prisionero” un poema de su libro “Libertad Bajo Palabra”:
El hombre está habitado por silencio y vacío. / ¿Cómo saciar esta hambre, / cómo acallar este silencio y poblar su vacío? / ¿Cómo escapar a mi imagen? / Sólo en mi semejante me trasciendo, / Sólo su sangre da fe de otra existencia.
Contrario a la otredad, Sigmund Freud hablaba del narcisismo de las pequeñas diferencias: comunidades vecinas y próximas en todos sus aspectos, se hostilizan y encarnecen. No era el instinto agresivo el motivo principal de los conflictos, lo que sucedía era exactamente lo contrario: eran las pequeñas diferencias lo que provocaba la agresión. Especie de mismidad.
La transmigración propuesta no basta en calzar el zapato del otro, hay que vestir también los versos de Nelly Sachs: Oh vosotros dedos, / Que vaciasteis la arena de los zapatos de los muertos, / ¡Mañana seréis polvo vosotros / en los zapatos de los que han de venir!
¿Por qué nos es fácil imaginar las palabras de un árbol en una fábula, entender sus lágrimas otoñales y su necesidad de lluvia y nos es tan complejo comprender las necesidades del vecino? Borges lo escribió con sabiduría: Nadie es la patria, pero todos lo somos, por ello es preciso transmigrar, al principio como un pasatiempo, y después como asunto serio.
Rolando Kattan (Tegucigalpa, Honduras, 1979), poeta, gestor cultural y miembro de número de la Academia Hondureña de la Lengua. Ha publicado los libros de poesía: Exploración al Hormiguero (Editorial Sexta Vocal, Tegucigalpa 2004); Poemas de un Relojero (Costa Rica, 2013); Animal no Identificado (Ed. Gattomerlino, Italia, 2013); Acto Textual(El Ángel Editor, Ecuador, 2016); El árbol de la Piña (Ed. Cisne Negro, Honduras, 2016) y Luciérnaga de Otoño (Ed. Cisne Negro, Honduras, 2018); Un país en la fronda (Raffaelli Editore, Italia, 2018); Parte de su obra ha sido traducida al francés, árabe, japonés, italiano, portugués, chino, rumano, macedonio, griego e inglés.
Imagen: “Confusiones elementales 22”, de Florencia Lobo
by Claudio Medin | 16 \16\America/Argentina/Buenos_Aires septiembre \16\America/Argentina/Buenos_Aires 2018 | Notas
Con “Antepasados” inauguramos una columna mensual de crónicas y ensayos del poeta y escritor hondureño Rolando Kattan (Tegucigalpa, 1979). Que la disfruten.
En mala sangre, especie de proemio del libro «Une saison en enfer», Rimbaud tomó los frutos que sobrevivían en el árbol de la sabiduría, de aquel que reinó y dio sombra en el jardín del Edén, sus versos son mordiscos de manzana: La mano que maneja la pluma vale tanto como la que conduce el arado. – ¡Qué siglo de manos! – Yo nunca tendré mano. Además, la domesticidad lleva demasiado lejos. Me exaspera la honradez de la mendicidad. Los criminales repugnan como los castrados: en cuanto a mí, estoy intacto, y me da lo mismo. ¡Pero! ¿quién hizo mi lengua tan pérfida como para que guiara y protegiera hasta ahora mi pereza?
Así el poeta deslía su origen, libera su pensamiento de la cosmovisión cristiana y de la lógica: Mi recuerdo no va más allá de esta tierra y del cristianismo. Jamás terminaré de reverme en ese pasado. Pero siempre solo; sin familia ¿qué lenguaje hablaría? Nunca me veo en los consejos de Cristo: ni en los consejos de los Señores, – representantes de Cristo. Quienquiera que yo fuese en el siglo pasado, sólo vuelvo a encontrarme hoy. Nada de vagabundos, nada de guerras vagas. La raza inferior lo cubrió todo – el pueblo, como se dice, la razón; la nación y la ciencia.
Hoy paso este poema en el corazón para que se tiña de duda y sentir en el torrente sanguíneo el arcoíris del mestizaje porque tal y como reza un proverbio africano, somos los habitantes de aquí abajo y somos también los de otra parte.
Tal vez lo que quiero decir fue dicho por el poeta colombiano Jotamario Arbeláez en su poema “Antepasados”, Mis antepasados entraron a sangre y fuego en América conquistando y arrasando / Mis antepasados se defendieron con los dientes de esta invasión de bárbaros / Mis antepasados buscaban el oro para cuadrar las arcas de sus monarcas y saciar sus propias sedes / Mis antepasados ocultaron el oro de sus ritos al sol bajo tierra y bajo las aguas / Mis antepasados nos robaron la tierra / Mis antepasados no pudieron recuperarla / Cómo siento en el alma no haber estado en el cuerpo de mis antepasados / ¿De parte de cuál de mis antepasados me pondré contra cuáles?
O lo dijo el poeta chileno Farid Hidd en su poema “Generación”: Nacimos cuando nuestros abuelos / — amos del bosque — / decidieron / acercar sus viviendas / para conversar un poco / al final del día.
O —lo que quiero decir— ya lo escribió el poeta palestino Najwan Darwish en su poema “Documento de identidad”: Todos los lugares de los que vengo resistieron a sus invasores, no hay hombre/ libre con quien / no esté unido por lazos de parentesco; / y no hay un solo árbol / ni una sola nube con los que yo no esté en deuda.
O tal vez solo basta sumar minutos en la fuente hasta que vea en mis rasgos, no los de mi madre, sino los de una estirpe y los de otra estirpe y los de otra. O reconocer que hay en mi saudade el rostro de un ancestro esclavo y en mi soberbia, la mano ordinaria de algún rey familiar.
Tal vez lo único que quería decir es que el jardín de las delicias, esa obra maestra del Bosco es en verdad un retrato de familia, de cualquier familia. Y que vale la pena acercar otra vez las viviendas, las ventanas para conversar de nuevo otro poco.
Imagen: detalle de “El jardín de las delicias” de El Bosco.
Rolando Kattan (Tegucigalpa, Honduras, 1979), poeta, gestor cultural y miembro de número de la Academia Hondureña de la Lengua. Ha publicado los libros de poesía: Exploración al Hormiguero (Editorial Sexta Vocal, Tegucigalpa 2004); Poemas de un Relojero (Costa Rica, 2013); Animal no Identificado (Ed. Gattomerlino, Italia, 2013); Acto Textual (El Ángel Editor, Ecuador, 2016); El árbol de la Piña (Ed. Cisne Negro, Honduras, 2016) y Luciérnaga de Otoño (Ed. Cisne Negro, Honduras, 2018); Un país en la fronda (Raffaelli Editore, Italia, 2018); Parte de su obra ha sido traducida al francés, árabe, japonés, italiano, portugués, chino, rumano, macedonio, griego e inglés.