A continuación, una selección de los poemarios: Hoja de Ruta, Mapa Oscuro, Poéticas del Movimiento y Gramática del Viento, de Susana Slednew.
En: Hoja de ruta
De la vida sólo sé
ciertos instantes puros
lo callado de un dolor,
la boca de mi padre
abierta hacia el olvido
Diré que no se sabe
si la muerte alcanza a ver la casa entristecida
con el último esfuerzo extraviado de su alma
si puede ver –al modo de un fantasma-cómo se desfigura el rostro
o su cuerpo queda sin fuerza
Diré que no se sabe sobre la manera
en que algún pétalo en el patio
intenta compensar el vacío
ni cómo se reinventa el sol entre los ventanales
ni el modo que encuentra la sombra para no borrar
hasta el final
la gracia de la pena
Diré que escapa a nuestro entender
cómo las estaciones
nos vuelven al ritmo con sus ritos y disparates
le inscriben a los cuerpos la forma de reparar
el desamparo de la muerte
¿Cómo se verá en el microscopio la forma en que el dolor
se transforma en una fuerza para protegernos de lo mismo?
¿cómo hace el latido de un corazón para ganarle a otra muerte?
¿qué sensaciones reconstruyen el ritmo con que fluye la sangre?
Diré que no se sabe si hay un movimiento lento
que hace el cielo a escondidas
que no se puede decir cuándo
porque lo que se rompe se recupera en pedazos
en brillos apenas perceptibles
sobre la piedra de la calle
¿Será por eso que le debemos algo a la muerte
a la bondad de la luna sobre los techos del pueblo
y más aún a las formas que van tomando las manos
para acariciarse las tristezas?
Diré
que no se sabe
*****
En: mapa oscuro
aunque todo es calma
sobre el mapa de la calle
la intuición del presente
es un invento
un atajo dorado
ahora sos esta mujer
empapada de encierro
alguien envejece a lo lejos
alguien nace
otro se muda
un ciego aprende a bailar
un tiburón encuentra a su presa
en el mar al que nunca fuiste
un hombre en libertad se llora a sí mismo
alguien aplaude una interpretación de mozart
otro
levanta un cartón en la ciudad que duerme
mientras tanto
la línea que es difícil de ver
separa el bien del mal
como quien aparta los ingredientes
sin calcular con precisión
los resultados
ahora leen un poema
que es igual a todos los perdones
entonces
una minúscula mancha en el piso
llama la atención
mientras escuchás
el perdón se ha acomodado
entre los versos
tiene
el tamaño justo
de un silencio
entre dos baldosas
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En: Poéticas del movimiento
cada tanto recobro tu número infinito
me digo que volvería a estar con vos
pisaría de nuevo las calles
la música de nuestro sueño
recostados sobre la geografía
no se trata de retroceder
pero cruzaría el tiempo hasta cada una
de las constelaciones que formamos
pero no cambiaría la fuerza
con que la vida nos trajo
y aunque me repita
que me quedé afuera de vos
y soy esta perra acostumbrada a su hambre
plegaría una vez sobre otra las formas
constelaría de nuevo
tu nombre
mi padre se parecía a los caballos
que el abuelo herraba
en el final del terreno de la casa
fortaleza y libertad
impaciencia de potro frente al campo
yo imitaba su furia en un cuaderno oscuro
un imperfecto ser sin cascos ni músculo
donde la frágil cabalgaba
por antojo de imitar lo que hacía su padre con el día
y fui la perfecta contracara
la moduladora del vacío
él me enseñaba el vértigo de sol a sol
el morro
yo controlaba el trazo del papel
él modelaba la mezcla sobre el ladrillo
yo agregaba a la hoja
la tesitura grave
la fuerza de lo que estalla en soledad
no subestimarás
el poder de lo ingrávido, me dije
creerás en la mirada
pagarás la cuota de la poesía a término
sostendrás la fugacidad
adoptarás la medida del aire
serás funcional al sueño
hablarás desde la fascinación o la extrañeza
evitarás el cliché
no desatarás si antes no hubo nudo
y en el poema te despedirás
siempre te despedirás
sabrás que es por amor
o por miedo
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En: Gramática del viento
Se suelta un pájaro
sobre la hrámátika del viento.
Tiene las alas encendidas.
Mi apellido
trae aquel viento del lodo siberiano
y me devuelve al viento.
Yo regreso a esa casa
cada vez que el viento aspira,
toda vez que el lodo cede y
cruza la enormidad para besarme en su letra,
las bocas en las que fuera nombrado
sobre el mapa.
Sopla el partir,
jadea.
Algo exhala en su escultura, la letra,
como si soplara delante de un caballo
errado en latitudes.
Algo murmura y en su andar lo dice.
Secretos trae para mí:
hija del viento, dá,
heredera de un soplo,
ták.
Y si todo es viento, viento,
ambiente volado y desvariado por donde cuela el aire,
por donde frío es, hiriente, herido.
Si todo rellena el vacío, el mío, el mío.
Y si todo es velocidad, escala en el ala, ala en la escala,
que baja, sube, baja.
Masa
de aire en la región más azul.
Si todo es viento, constancia, viento,
partícula de estrella volada
a la palma de la mano, volada
a la palma abierta
del necesitado corazón. No sé.
No sé.
Susana Slednew nació en Provincia de Buenos Aires en 1958. Reside en Mendoza. Docente especializada en lectura y escritura, poeta. Autora, en poesía, de Los bordes del azar, Lavar la vida, Mapa oscuro, Porcelana rota premio poesía del FEP, Hastag para el amor, Poéticas del movimiento obra finalista del Premio Inés Manzano, Gramática del viento que quedó entre las cinco finalistas del Concurso Internacional Poesía Paralelo Cero 2023 de Ecuador. Fue becada en dos ocasiones por el Fondo Nacional de las Artes. Actualmente, ofrece clínica de obra (poesía); escribe notas, crónicas y reseñas críticas para medios con los que colabora; participa de la creación de un enhebrado de poesía y música, con sus poemas y canciones de la trova cubana, junto al trovador Rafael Quevedo Domínguez.