Siete poemas de Mario Meléndez, voz insoslayable de la poesía chilena contemporánea.
Tiro piedras a esos cisnes
que habitan mis lagunas mentales
pero las piedras se convierten en lagunas
y las lagunas en otros cisnes
que huyen a pie por una tierra baldía
Cámara lenta
El señor del chaleco triste
ya no da de comer a las palomas
los domingos por la tarde
Ahora ha encontrado una viuda joven
con la que espera pasar sus últimos días
tendidos en el lecho y comiendo manzanas
Los domingos por la tarde
vuelve a aquella plaza
del brazo de su amada
y se sienta en el mismo banco
a contar la misma historia
que antes repitiera a las palomas
La mujer escucha embelesada
cada palabra que asoma
por la boca de su héroe
El paisaje se cruza de brazos
el viento cabecea y bosteza entre los árboles
la tarde sale a estirar las piernas
las palomas lo miran con nostalgia
Oveja negra
Nunca nos despedimos de Dios
tampoco lo hicimos de la muerte
Éramos arrogantes hasta decir basta
creíamos que al final
las musas se pondrían de rodillas
Pero estábamos equivocados
nadie nos esperaba en ninguna parte
ni siquiera en el más allá
Sr. Pessoa
Usted está hecho de frutas extrañas
que envejecen cada tarde al
volver a casa
Son frutas inútiles como esas cartas
que lleva en la memoria
Así es la vida, señor Pessoa
la mano que mece la cuna
fue cortada por un tren de carga
donde iban sus heterónimos
crucificados
Deberá escribir sus obituarios
Pero quién escribirá el suyo
ahora que Dios sólo pinta grafitis
en las tumbas de los niños muertos
El último aquelarre*
De todas las brujas que vinieron a casa
el día de muertos
eras la única que no traía escoba
Tal vez esa manía de imitar a jovencitas
que lucen extraños tatuajes
o aquellas que salen en burdos comerciales
hace que pierdas el norte de tu vuelo
y encuentres horizontes más aptos
para evadir la realidad
Cuál pócima será la indicada
para que entres en razón
cuántos pelos de gato serán suficientes
cuántos huevos de araña bastarán
para sacarte de aquel sueño en el que habitas
con los muslos apretados
Será mejor que por tu bien recapacites
y vuelvas con los tuyos
hazlo por esa escoba que gime en las noches
mientras barre el polvo de la soledad
*Reunión de brujas en torno a la figura del Diablo, representado por un macho cabrío.
La lengua habla a través de sus recuerdos
No tiene pelos en la lengua porque no tiene lengua
se la arrancaron
como a esos bueyes que surten los mataderos
y llevan polvo en las axilas
Pero la lengua habla a través de sus recuerdos
se comunica en el idioma de los muertos
a quienes tanto debemos
se hace entender a cucharadas
como esos árboles que mueven los pies
para decir presente
La lengua habla aunque se llene de hormigas
aunque se pudra y ya no sea la misma
sigue cantando o ladrando o haciéndose a un lado
para que se oigan más fuertes los gritos del silencio
El cadáver de nadie
Usted verá pasar el cadáver de nadie
por una sinagoga en llamas
Estará parado en la esquina
donde el cortejo se divide en dos
Unos irán a pie
llevando el ataúd por un atajo
Otros en línea recta
escoltando la carroza de rodillas
Llegado al cementerio
la madre y la viuda del cadáver
se quitarán el luto
y las piernas ortopédicas
Podrá ingresar al recinto
sólo si es familiar
De lo contrario
deberá contemplar resignado
al igual que esos curiosos
apostados en los techos
o colgados de los plátanos orientales
Terminada la ceremonia de cremación
las cenizas serán arrojadas
sobre la concurrencia
y usted volverá a la misma esquina
a esperar el siguiente funeral
Años después
Cuando mi abuelo sacó por fin
los muertos del baúl
un grillo ensayaba
sobre un esqueleto sin nombre
su primera sinfonía
Mario Meléndez (Linares, Chile, 1971). Entre sus libros figuran: “Apuntes para una leyenda”, “Vuelo subterráneo”, “El circo de papel”, “La muerte tiene los días contados”,”Esperando a Perec” y “El mago de la soledad”. Sus poemas aparecen en diversas revistas de literatura hispanoamericana y en antologías nacionales y extranjeras. Parte de su obra se encuentra traducida al italiano, inglés, francés, portugués, holandés, alemán, rumano, búlgaro, persa, catalán, macedonio, griego y árabe. Actualmente radica en Italia. Al inicio de 2015 fue incluido en la antología “El canon abierto. Última poesía en español”, publicada en España por Visor.