Compartimos algunos poemas del último libro de Diana Bellessi, La curva del tiempo, publicado por el Fondo de Cultura Económica.

 

Una nube color naranja oscuro 

En un triángulo del monte

se alza el ciprés desnudo

y el sol detrás brillando 

en una nube color naranja oscuro 

 

Eso fue ayer, pero hoy 

el fogonazo es detrás de los

álamos y siempre el cambio 

de paisaje aquí en la isla 

 

Sobre la mesa una taza 

con la cebra en redondo dibujada 

Entonces me asaltan dulcemente 

aquellas grandes manadas de Tanzania 

en las mañanas de safari 

 

Todo viene en una taza 

con el café de la mañana 

sin moverme de la isla 

y la dulzura de los perros 

durmiendo sobre la cama 

 

Las últimas fotos

que ven mis ojos son de afuera 

pero también de adentro, 

del pasado o del sueño 

como este resplandor 

tras el ciprés desnudo 

brillando en una nube

color naranja oscuro 

del invierno 

 

Lucy

No estuve en Afar 

pero cuando vi tus huesitos, querida Lucy, 

en el museo de Addis Abeba

me hicieron reír y llorar

y te vi, caminando ágil por la foresta

bajo un cielo de diamantes!

Tan pequeña y tan hermosa

con tus veinte años y el bozo suave, 

dorado de tu cara, hermanita mía, 

hace tres millones de años 

cuando empezabas a sonreír y a cantar 

por todos nosotros que veníamos

atrás de vos, mi pequeña, 

tan remota como lo soy yo misma

frente a estos chicos de diecinueve

aquí en la isla cuando el medioevo

vuelve con sus pestes en masa

y yo te canto, mi Lucy in the sky

with diamonds! 

 

 

El dragón 

Los caracteres finísimos de un dragón 

tatuaron mi infancia, África primero y China

detrás me dijeron vení, pequeña a tu tierra 

hecha de letras donde bailan las glicinas 

en la cintura de la madre celestial… 

 

Y al final de mi vida les dije sí  

con un paso de danza que aún tiembla 

prendida a la voz de la contralto

o la sopranino que en la ópera 

tradicional rompieran mi corazón 

 

Agité los muñequitos de madera 

en el recuerdo de esa voz que venía

de otro mundo mientras mi hermano Tu

Fu me hablaba del suyo igual que el amigo 

Wan Wei y la sentida Li Ch’ing-Chao

 

cuando los siglos nos reúnen al fin, 

verdes países agrarios se dan la mano 

bajo esas voces en la memoria

de una niña remota que viene ahora 

a saldar las cuentas 

 

y canta con su voz en tres tonos  

por las colinas de Hangzhou 

y sus sembradíos de té donde una   

mujer nos lee las tazas y prepara 

delicadamente del más sutil al más  

 

intenso sabor, y ese perfume por Dios!  

Creí entenderlo todo a través

de su magia, como al bondadoso  

canoero que me mostró caracoles 

oscuros y camalotes igualitos 

 

a los del Paraná, podés creer!  

Torres de Shanghai junto al Hangpu

al anochecer, el río que deriva del azul 

Yangtsé y ni un mendigo hoy en las calles

de la que Marco Polo llamara Janbalic.  

 

Lo último que vi fue el rostro 

resplandeciente de Mao que parecía 

guiñarme un ojo en una feria de Hong Kong 

cuando atrás se oían los tambores

majestuosos de la ópera de Beijing… 

 

 

La curva del tiempo 

Donde había leones y leopardos, 

lagartijas violetas con su azul de fuego

pájaros extraños con más azul

regado en la pradera y tropillas

de cebras, ninguna igual, todas

diferentes con su mapa sobre la piel, 

impalas solitarios y gacelas de tres

colores, la de Thompson clavándose

en mi corazón, elefantes de bello porte 

amorosos e inteligentes cuidando

a sus crías pequeñas con colmillos

gigantes y jirafas entrevistas en mi sueño

desde la infancia, mansas y esquivas

al mismo tiempo, avestruces corriendo

con sus alas desplegadas y los hipopótamos, 

gordas sirenas de las charcas bajo el sol 

africano vengo yo a enamorarme

de estos burros de Etiopía que se niegan

al verso y me dicen no, mientras muestran

sus caderitas cubiertas por el polvo

en tiempo de sequía donde brilla el sol

en sus piruetas bajo las nubes de tierra

seca y los negros bebiendo cerveza

a un costado de la carretera, cerveza

tibia y sabrosa en las latas de conserva 

y no hay Tarzán bajando las laderas

del Congo, no hay ni un rubio que llame

mi atención, sino estos niños 

con vestidos de colores, tan hermosos

que se vuelven enigmáticos corriendo tras de mí 

en los mercados como corren por delante

estos burritos de carga liberados del mal, 

del peso, de Dios en las iglesias ortodoxas 

cristianas y hacen piruetas, vueltas de carnero 

en el oro en polvo del polvo africano

para decirme que la arcadia del delta

está más cerca con sus perros sueltos al viento, 

a la libertad del río sin camionetas cuatro

por cuatro llenas de idiotas como yo viendo

la fauna salvaje de África, persiguiendo

a una leona, que persigue a una gacela

que persigue al viento mientras los

campesinos de Etiopía ríen por las piruetas 

de estos burritos que me llevo a América 

porque todos vinimos de África lejana,

nuestra tierra natal… ¿Te acordás de ese león 

soñado en los setenta sobre el río San Antonio, 

el que te dio miedo y te escondiste en un sendero

de la sirga dejando que atacara a una viejita

con su pañuelo blanco? Venía del futuro 

ondeando su melena al viento antes de llegar 

a la curva del arroyo, la curva del tiempo…   

 

 

Diana Bellessi nació en Zavalla, Santa Fe, 1946. Ha publicado: Destino y propagaciones (1972); Crucero ecuatorial (1980); Tributo del mudo (1982); Danzante de doble máscara (1985); Eroica (1988); Buena travesía, buena ventura pequeña Uli (1991); El Jardín (1992); Crucero Ecuatorial / Tributo del Mudo (1994); Sur (1998); Gemelas del sueño (con U.K. Le Guin, 1998); Mate cocido (2002); La Edad Dorada (2003); La rebelión del Instante (2005); Variaciones de la luz (2006); Tener lo que se tiene – Poesía reunida (2009); Variaciones de la luz (2011); La pequeña voz del mundo (2011); Zavalla, con z (2011); Pasos de baile (2014) y Fuerte como la muerte es el amor (2018). En 1993 le fue otorgada la beca Guggenheim en poesía; en 1996 la beca trayectoria en las artes de la Fundación Antorchas; en 2004 el diploma al mérito del premio Konex; en 2007 el premio trayectoria en poesía del Fondo Nacional de las Artes; en 2010 Premio Fundación El Libro –Mejor Libro Año 2009-Feria del Libro de Buenos Aires; en 2010 el XXXII Premio Internacional de Poesía “Ciudad de Melilla”, España;  en 2011 le fue otorgado el Premio Nacional de Poesía; y en 2024 el premio Konex de Platino.  

Revista Excéntrica

Revista Excéntrica

Share This
Certificados SSL Argentina