Un recorrido sobre la producción literaria y musical en torno de la Guerra de Malvinas. Desde los autores nacionales hasta los testimonios de ex combatientes. Una experiencia trágica entre ficción y memoria.
Escrito en el cuerpo
Pensar la relación de la literatura y la música con los hechos ocurridos en abril de 1982 nos lleva a revisar la producción que hubo en estas últimas décadas. Podríamos resaltar dos experiencias totalmente distintas pero que hacen pie en la temática de la guerra, y, sobre todo, en la misma realidad, lo que implicó, en ese conflicto bélico, el destino de miles de vidas humanas. En consecuencia, a grandes rasgos, se pueden explicitar dos versiones o visiones en las formas de testimoniar: los que escribieron sobre la guerra sin haber participado y los que lo hicieron a partir de su protagonismo en Malvinas.
Algunos textos sobre la trágica experiencia malvinense
Estas experiencias fueron simbolizadas por escritores como Rodolfo Fogwill, que en 1983 publica Los Pichiciegos. Visiones de una batalla subterránea (Ediciones De la Flor), novela ambientada en la guerra de las Malvinas y escrita entre el 11 y 17 de junio de 1982 ―esta obra ha sido adaptada al teatro y en 2012 inspiró dos puestas en escena, una dirigida por Mariana Mazover, y la otra, por Diego Quiroz―; Jorge Luis Borges, con su poema “Juan López y John Ward” (Los conjurados, Alianza, 1985); Alfredo Veiravé, con su texto “Antipanfleto arrojado por los Harriers sobre las Islas Malvinas” (Radar en la tormenta, Sudamericana, 1985). También Carlos Gamerro edita en 1998 la novela Las islas (Simurg) ―llevada al teatro por Alejandro Tantanián en 2011―; Raúl Vieytes da a conocer su thriller malvinero Kelper (Clarín/Aguilar, 1999); Mario Sampaolesi y su libro de poemas Malvinas (Ediciones del Dock, 2010); Guillermo Orsi publica la novela Segunda vida (Norma, 2011); Juan Guinot su obra 2022. La guerra del gallo (Talentura Libros, 2011), entre los títulos más relevantes. Aunque antes de que sucediera la guerra de Malvinas Marcos Victoria daba a conocer Buenos Aires City (Losada, 1968), una novela ucrónica sobre la disputa entre ingleses y argentinos.
A 30 años de la Guerra de Malvinas
Marcelo Birmajer, Liliana Bodoc, Pablo De Santis, Juan Forn, Inés Garland, Pablo Ramos, Eduardo Sacheri, Patricia Suárez y Esteban Valentino integran la antología Las otras islas, que fue editada por Alfaguara en 2012; Patricia Ratto en Trasfondo (Adriana Hidalgo, 2012) ficcionaliza su investigación sobre la participación en la guerra del submarino ARA San Luis. Puede citarse a Fabiana Daversa, que en la novela La balsa de Malvina (Suma de letras, 2012) le da voz a la hija de uno de esos conscriptos, al que la sociedad dio la espalda; Silvia Plager y Elsa Fraga Vidal son autoras de la obra Malvinas, la ilusión y la pérdida (Sudamericana, 2012), una novela sobre la historia de amor entre María Sáez y Luis Vernet, últimos gobernadores argentinos en las islas. Por último se nombra, entre muchos textos y escritores posibles, la novela de Federico Lorenz, Montoneros o la ballena blanca (Tusquets, 2012).
En carne propia
También hay obras que no sólo implica la creatividad ficcional, sino que además los autores fueron protagonistas de esa trágica experiencia, por lo tanto hay publicaciones de ex combatientes ―hoy veteranos de guerra, que a su vez son poetas o músicos― como Gustavo Caso Rosendi y Martín Raninqueo. Caso Rosendi es autor del libro Soldados (2009) y Raninqueo, además de ser creador de canciones como “Pañuelos” (dedicado a las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo), es autor del texto Haikus de guerra (2010). En ese sentido hay que destacar el artículo “Poesía y guerra”, de Juan Bautista Duizeide, en la revista Sudestada (Nº 107, abril de 2012), donde analiza estas circunstancias, entrecruzando la historia, la política y los libros escritos al respecto, desde partícipes directos o desde voces como la de Borges, Veiravé o Sampaolesi.
Testimonios pampeanos
En La Pampa encontramos varias producciones literarias que abordan el tema de las Islas Malvinas y en diversos géneros. Por ejemplo, el libro Balsa 44, de Carlos Alberto Waispek, donde el autor nos relata su experiencia como sobreviviente del crucero A.R.A. General Belgrano (Editorial Vinciguerra, 1994). La escritora Diana Irene Blanco en Pródiga (Edición de Autor, 1993) ha publicado los poemas “A Malvina – Soledad” y “Elegía de los nombres fugitivos”; y en Cuentos para la hora gris (Fondo Editorial Pampeano, 1998) incluye la narración “La espera”. Matías Sapegno y Norberto Asquini incorporan en una llamada del libro Biografías pampeanas. 164 historias (Edición de Autor, 2002) a los cuatro combatientes ―Alberto Edgardo Amesgaray, Hugo Ramón Gatica, Daniel Enrique Lagos y Jorge Delfino Pardou― que perecieron en el hundimiento del crucero Gral. Belgrano. En la antología Escritores de La Pampa un fragmento del cuento “Breve historia de los Menza”, de Mario Gustavo Fiorucci, alude a la Guerra de Malvinas (Certamen Literario “Vivir en Democracia con Justicia Social”, Subsecretaría de Cultura de La Pampa, 2009). Luis Dal Bianco es autor del texto Trilogía de Malvinas: Tierra. Agua. Aire (Edición de Autor, 2012), donde se articulan poemas y cuentos.
Marcha de las Malvinas
Durante la presidencia de Roberto M. Ortiz se crea la Junta de Recuperación de las Malvinas con el objetivo de difundir el tema en la población. Entre diversas actividades se organiza un concurso poético-musical, resultando ganadora la obra “Marcha de las Malvinas”, de José Tieri y Carlos Obligado. Compuesta en 1940 la “marcha” recién cobra una intensa difusión en 1982, en los albores de la guerra y a modo de reivindicación de soberanía sobre las Islas Malvinas. Desde entonces se han compuesto un sinnúmero de canciones que sobrepasan la intención de la nota en realizar su listado. Pero se debe destacar el proyecto encarado por el Observatorio Malvinas de la Universidad Nacional de Lanús y de los Familiares de Caídos en Malvinas, junto a Jorge Padin ―director de la Discográfica del Sur de UNLa―, para la edición del trabajo discográfico “Cancionero Malvinas”; y que contó con la producción artística de Emilio del Guercio y los arreglos de Eduardo “Edu” Zvetelman.
Cansado de morir
Nuestra provincia ha dado en el talento del músico y compositor Jesús Dahir una de las canciones más hermosas pero más dolorosas del conflicto bélico con Gran Bretaña: “Cansado de morir”. Es su primera obra musical grabada, siendo editada en formato de casete con el auspicio del Gobierno de La Pampa en 1989. Una nueva versión se incluye en el disco Excalibur (2003) con el título “Cansado de morir (siempre de la misma manera)”. Señala Luis Roldán en su blog Síntesis: “está basada en los sentimientos que le produjo la trágica Guerra de Malvinas del año 1982, en la que murieron varios pampeanos”. Esta canción fue utilizada en el año 1986 como estandarte en el Encuentro de Jóvenes Americanos en Lyon (Francia).
El dolor de la guerra
En esta historia, por cierto trágica, que dejó el triste saldo de 649 soldados muertos (la mayoría de ellos conscriptos de 18 y 19 años), además de los que se suicidaron después de la guerra y las condiciones casi marginales en la que vivieron la mayoría de los veteranos hasta ahora. La guerra también involucró al mismo pueblo argentino, que dio en un principio su apoyo frente al enaltecimiento de una causa nacional como la defensa de la soberanía, y luego la espalda ante la derrota. Pero quizás lo más importante sea que este avatar dio por tierra con el intento de la dictadura militar de perpetuarse con esa acción “patriótica” en el poder. Sin embargo nos advierte el periodista y ex combatiente Edgardo Esteban que “Lo que no nos puede pasar como argentinos es olvidar. Una sociedad jamás será justa si no tiene memoria, y esa es una batalla que exige una tarea cotidiana”.