Soledad Vargas

https://www.excentrica.ar/wp-content/uploads/DSC05659.jpgSoledad Vargas

Poemas éditos e inéditos de Soledad Vargas, poeta salteña afincada en Córdoba.

 

Como Frida, una vez

perdí un miembro

el mismo

con el que escribo

y sostengo el arco

Abandoné a dios

y comencé a ir a la Catedral

Algunas tardes me sentaba

frente a la virgen

a pedirle explicaciones

a que me vea llorar

a dejarla ser madre.

(de Nosotros nos fuimos antes)

 

*

 

Allí somos lo que nunca quisimos ser

lo que nadie nos preguntó

el paisaje es más que una espera

con un ciego que vende cubanitos

el que abre la puerta mira el picaporte

el que mira la puerta no ve nada

¿Realmente creemos que en estas cajas

hay algo preparado para nosotros?

Una vez, me acerqué tanto

que escuché a dos señoras hablando

pobrecita, tan joven y el estudio salió mal.

(de Nosotros nos fuimos antes)

 

*

 

Me hablás cerca

decís algo importante

sin mencionar el amor

Hago un chiste tonto

y no te reís

Nunca te gustó la que se esfuerza

El tiempo duró la consecuencia

de estar fuera de él

Nos despedimos en una confusión

de cabello, hombro y sol

Después

el mundo, casi volvió a su lugar

Morir te tranquilizó.

(de Nosotros nos fuimos antes)

 

*

 

La droga en un instante

llega hasta la parte del cerebro

que le dicen lo afectivo

Ahí te encuentro

sonriendo

como si fueses feliz

Se ve a dios de fondo

que nos espía

y cree en nosotros.

(de Nosotros nos fuimos antes)

 

*

 

Pasó la tormenta

y aunque haya muertos

no hubieron entierros

Será un trabajo cavar

hasta que entren los cuerpos

Será un trabajo

habrá que pagar por ello

Después subsistirán las cosas

que sobreviven al agua

el cuerpo vivo las guarda

Como las fotos,

en una computadora

y todas adentro tuyo

El vaticinó,

no le gustaban

prefería guardar en su memoria

ahora memoria, hardware

da lo mismo…

el problema es el software

que resiste

hay algo suave y tan pequeño

que marca y nunca más se encuentra

Hay algo indestructible.

 

(de Nosotros nos fuimos antes)

 

*

 

 

Si alguien te pregunta de qué se llena la luna

estas obligada al poema

inventás

la luna se llena de sí misma

te pregunta donde leíste eso

en la luna

lo leí en la luna

a ese alguien le aclaras que no sos poeta

pero que sus preguntas te obligan

 

Tus preguntas y la luna me obligan

a la vida

y aquí estoy.

(Inédito)

 

*

 

                                                                             Para Lenis…

Las estatuas despiertan

de noche

y su fobia más oculta

Un rulo se le escapa

de los otros

y distrae la única pata

que sostiene el caballo

del prócer que ella teme

Su carcajada camina

la ciudad

y olvida el desparpajo

del monumento

Yo la vi atardecer

en el mar

mientras lobos marinos

se suicidaban

con el borde silencioso

de las olas

Simplemente

para equilibrar

la belleza.

(Inédito)

 

*

 

Matrimonio

En la inevitable contingencia

de amarnos con el siempre

que dura la vida de alguna vida

uno de los dos

verá morir al otro

y el que viva

verá morir el siempre.

(Inédito)

 

*

 

Estoy sentada aquí

hace tres estrellas fugaces

La luna ilumina

para ver las palabras que uso

para entender géminis

y este silencio

El vino se acerca a ese lugar

que llamamos serenidad

Las perras hablan en su idioma

y se mueven en el nuestro

Es difícil estar sola

cuando estás en tantos lugares

La punta del lápiz intenta seguir

la fugacidad de la caída

Pedir un deseo, o

tenerlo

Acaso habitarlo

y caer con e

l

l

a

s

Sobre esta manta

con esta copa

en esta noche

aquí, estoy sentada.

(Inédito)

 

*

 

Para los que alguna vez hicieron una plegaria a la ausencia…

Capilla Buffo

Hay un cristal que deja pasar el haz de luz menos denso

forma la constelación más pequeña y sentida

él extraña a ambas mujeres

en la misma cantidad de belleza que logró crear

él predice, pinta, arma, ama, e ilumina

 

Él me cuenta la historia.

(Inédito)

 

*

 

A una cuadra del suceso

el cielo se rompió

Comenzó a llover

como un protocolo

diseñado para arrepentidos

Sorprendió un señor

sobre una bici

cartones y un paraguas

Sonríe y le grita:

¡mejor imposible!

(Inédito)

 

 

Soledad Noelia Vargas nació en Salta, pero desde hace más de 15 años vive y escribe en la ciudad de Córdoba. Trabaja como médica psiquiatra, entre otras actividades que siempre la acercan a la palabra. Ha participado de talleres de escritura y coordina el taller de literatura del Hospital Neuropsiquiátrico. Colaboró con diferentes prólogos, contratapas, presentaciones de libros, performances, lecturas, y cuánta actividad la convocó en nombre de la voz hecha palabra, y viceversa. En el año 2017 publicó su primer libro Nosotros nos fuimos antes, a través de la editorial Buenavista. Actualmente prepara su segundo libro, que quiere nacer pronto, confiando en que la poesía no habla el idioma del ajuste.

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